Educadora de Párvulos, Gisela Sotomayor, directora del recinto y parte de su equipo explican cómo ha sido el regreso presencial de los menores.
La Sala Cuna y Jardín Infantil “Los Brujitos de Chiloé”, que en tiempos normales tenía una matrícula cercana a 50, hoy atiende a 12 niños y niñas. El objetivo es mantener el aforo dentro del recinto, resguardando así la salud de los menores.
“Hemos ido de a poco y ha sido mejor de lo que esperábamos. Por disposición de la subsecretaría y Seremi, atendemos a los hijos de las funcionarias que están efectivamente trabajando. Las que son turnantes pueden traerlos el día que tienen el turno” dijo Gisela Sotomayor.
Asimismo, la directora detalló que los menores que están asistiendo con modalidad presencial son 12 y que vienen de forma alternada, además cuando se pase a la fase 2 del Plan Paso a Paso, esperan llegar a los 18 menores y usar dos salas de actividades. La profesional agradeció el compromiso y trabajo realizado por el equipo que lidera destacando la coordinación y efectividad a la hora de prevalecer el resguardo de los educando.
Nury López, especificó que este año escolar ha sido muy especial, citando que al principio estaban un poco nerviosas producto de la contingencia sanitaria pero que todo ha salido muy bien. “Agradecemos la confianza de las mamás que nos traen sus niños y con respecto a la rutina podemos decir que es la misma de siempre, salvo con algunas modificaciones debido al distanciamiento social y cantidad de niños en sala, pero nosotras ya estábamos preparadas para recibirlos”, citó con orgullo la Educadora de Párvulos.
Alejandra Moncada, quien también es profesional del recinto dijo que para los niños que no asisten a clases presenciales se realizan bolsitas viajeras las que se componen de recursos tanto intelectuales como de motricidad fina. “Las bolsitas van con cuadernos, libros e indicaciones para que los papás sepan qué hacer, esto va con una intención para educar” manifestó.
De esta forma los pequeños gigantes de “Los Brujitos de Chiloé” poco a poco retornan a sus aulas, las mismas que han visto pasar con éxito a varias generaciones, algunos de ellos actualmente funcionarios hospitalarios, siempre agradecidos por sus primeros pasos del aprendizaje y cuidados personales.